lunes, 13 de octubre de 2014

Carretera y autovía

   Rodando los primeros kilómetros con la crosstourer, me doy cuenta que la relación entre las marchas primera y segunda es un tanto alargada. Incómoda sensación para rodar entre el tráfico ya que en segunda a veinte y pocos kilómetros por hora ya se escucha el embrague antirrebote trabajando sobre el cardán, lo que hace tirar de embrague continuamente. Un motor grande que lo que pide es rodar y tragar aire ya que si no tiende a calentarse y saltar los ventiladores continuamente. 

   Es una moto que está construida para devorar kilómetros. Sólo tienes que salir a la autovía y comprobar como a las cuatro mil revoluciones que te pide el rodaje, va sin inmutarse lo más mínimo a casi ciento treinta por hora. La moto va a ciento veinte sin despeinarse, así que si entras a un tramo de ochenta por hora lo dificil, -dificilísimo, de verdad-, es no pasar la velocidad, ya que en sexta o quinta ni se escucha. 

    Creo que ya comenté anteriormente que la cúpula que incluye de serie ésta moto es irrisoria, para lo que se supone el uso de la moto en sí. Mi cúpula, la puig ahumada, la montaron en la posición más baja de las dos en las que se puede montar así que sentía unos rebufos un tanto molestos a gran velocidad. Rodando me di cuenta que estaba demasiado baja poniendo la mano encima de la cúpula, a modo de 'pantalla más alta', así que probé a subirla una vez en el garaje.




   Se trata de desenroscar cuatro tornillos que sujetan la misma, de cuatro tuercas de goma que se agarran al anclaje. Situamos las tuercas en la siguiente posición, en mi caso la más alta, presentar la cúpula y sujetamos con los tornillos en la nueva posición. El resultado una vez en marcha fue de absoluta protección y ni un rastro de ningún rebufo de aire que afectara a la posición de conducción. 



   Pero por carretera... ¡ay! Por carretera si que es una delicia. Suave y facilona, cómoda y a la vez agresiva. Claro que ahora en rodaje hay que cambiar cada poco pero me imagino que tras su primera revisión y con aceite nuevo, llevarla en tercera o segunda según pida el cuerpo, tiene que ser una auténtica gozada.

   Para empezar porque tomar curvas con ella da la confianza suficiente como para pensar que llevas con ella mucho tiempo bajo  los brazos. Es muy estable y queda tumbada sin ningún esfuerzo, provocando alguna risilla bajo el casco, mientras vas abriendo gas progresivamente y enlazas la siguiente, te das cuenta que quieres coger siempre carreteras de curvas y evitar la autovía a toda costa. Enlazándola en curvas rápidas no es tan ligera como para pensar que vas en una nacked pero si que las inercias se van a notar un poco, nada malo, yo estoy encantado y ésta moto en curva me parece una pasada.

   Si te pones cabezón y quieres ir más rápido de lo que manda salir a rodar con tu burra a gusto, las carretera pasará rápido bajo tus pies, pero te costará un esfuerzo grande. Es una moto pesada y las inercias no perdonan, a pesar de que siempre pide más, ¡y eso que no escuché aún el rugir a siete mil vueltas!, tendrás que frenar más para detener todo ese peso, acelerar con convicción y estresarte para tomar la siguiente curva. Éste no es mi plan. No creo que sea una moto para salir a correr ni nada por el estilo, habrá quién dice que vas igual de rápido que con otro tipo de moto. Pero ser un quemado nunca ha estado en mis pensamientos, ni antes ni ahora, así que el que quiera correr que espere en el siguiente cruce. 

   Eso no quita que te guste ir ligerito y te diviertas a tu ritmo pachangón, pero habrás de tarar las suspensiones ya que la delantera viene muy blandita de fábrica y notarás como se hunde en frenadas fuertes. Para regularlas está muy bien explicado en el manual de taller, utilizando las herramientas que te incluye la moto, bajo el asiento, cuando la compras. 


   Otra de las cosas que me gustan es que el piloto delantero alumbra bastante para lo que suele ser habitual en una moto. Cuando la he cogido completamente a oscuras, se ve bien, pero como siempre pedimos más, dando la luz larga verás todo lo que querías ver. Eso si, creo que los de honda se han puesto serios con eso de que te vean y los intermitentes - indicadores, son espectaculares, sobretodo de noche. Alumbran muchísimo y ya nadie podrá poner la excusa de que no te ha visto. 


   Queda poquito para la revisión de los primeros mil kilómetros y estoy impaciente porque tenga su aceite nuevo. ¡Voy a pedir hora!


   

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