viernes, 10 de octubre de 2014

Sensaciones el día de la prueba

  Cuando me dieron la oportunidad de probar ésta máquina, aún siendo alto, dudé como se sube uno a ésta moto. Así que levanté la pata lo más alto posible y me deslicé hacia el sillín comprobando que efecticamente llegaba al suelo con la planta de los pies. -Construida para mi-, pensé.


  Nada más ponerla en marcha me rondaban muy buenas sensaciones y así fue en la hora y media próxima que la tendría en mis manos. Sobretodo me sorprendía lo fácil que va dibujando la curva, que, comparando a mi anterior moto, todo eran esfuerzos. Sin embargo la honda entra y parece quedarse ahí, en el punto de inclinación correcto para salir, divertido, tras acelerar con mimo hacia la siguiente curva.  Otro de los detalles que me gustó mucho fue que no se me abriesen las piernas en la autovía cuando pasaba de noventa por hora, muy refugiadas del aire para rodar cómodo durante horas. 


  Por otro lado, no se quién fue el iluminado de los ingenieros que montase una cúpula tan baja de serie, ya que si construyen una moto para maratonianas etapas, no habrá dios que aguante días enteros comiéndose todo el airazo y rebufos de una cúpula que no tapa más arriba del pectoral bajo. Lo que andaba buscando era una moto que me protegiese lo máximo para poder aguantar horas sentado en ella y con la fatiga mínima que pueda producir un viaje largo.





 Así que tras la prueba de la moto resalté que muy cómoda, muy dócil, mucha fuerza y muy completa salvo por la cúpula y el caballete inexistente de serie. Dos cosas que para mi gusto no deben faltar en la crosstourer. 


  En casa y más detenidamente, estudié las posibilidades de montar accesorios tanto por parte de la marca, como por industria auxiliar, ganando enteros puig con su cúpula alta ahumada y sobre todo por sus barras antivuelco sencillas pero firmes. Fueron esas dos cosas, más el caballete original de honda lo que pedí que montasen para, al fin, y con el apoyo de mi pareja en todo momento, disponer de una moto donde viajar cómodos a descubrir juntos. 



El día de la prueba disponía de la GoPro y el móvil en el bolsillo para sacarle alguna foto. Era tal la emoción de probarla y las ganas de rodar que ni siquiera le hice una triste foto más allá de la matrícula para tarifar el seguro tranquilamente en casa.


    Actualización: Mi pequeña Crosstourer, que a la postre ha sido un auténtico acierto...


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