Éste fin de semana salimos dos amigos a dar una ruta por la zona. Elegimos una ruta de un depósito, 340 kilómetros para coger autovía, carreteras nacionales y comarcales; todas ellas llenas de curvas. Un fin de semana espléndido por la temperatura y la buena armonía en general.
Llegó el momento de subir de vueltas la honda, frenar fuerte y reducir y subir marchas sin miedo, trabajando entre 5.000 y 8.000 vueltas, en segunda y tercera marcha en rectas largas. La linealidad del motor me sorprendió, tanto para subir como para bajar es muy progresiva. En cuanto a frenos pensé que iría peor pero si frenas ahí van a estar, tanto para parar con contundencia como para apoyar en curva. Si, puedo frenar ya dentro de la curva, tanto delantero como trasero. Sin miedo.
El consumo subió algo más pero los kilómetros siguen quedando en 350 (un poco más) por depósito, así que incluso conduciendo ligero, el consumo no se va a disparar como tal.
Sin más, un par de fotos del día.
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